En esta oportunidad se entregó la medalla “Germán Tenderini” a la directora y fundadora de la Duodécima Compañía del Cuerpo de Bomberos de Temuco, Alicia Jara Quijada, a quien se le reconoce que paralelamente a sus labores como dueña de casa, esposa, madre y abuela, ha sido capaz de liderar una serie de iniciativas que han ido en beneficio del sector Fundo El Carmen, dedicando gran parte de su tiempo durante los últimos años a impulsar importantes obras públicas, además de organizar y encabezar una serie de actividades sociales y culturales, entre ellas la creación de la Brigada de Bomberos de Fundo El Carmen, la que al poco tiempo y gracias a una brillante gestión, terminó convertida en una compañía más del Cuerpo de Bomberos de la capital regional.

También se homenajeó al bombero de la Tercera Compañía de Temuco, Helmuth Rilling Roloff, quien, pese a sus más de ocho décadas de vida, goza de una excelente salud y vitalidad, por lo que se mantiene plenamente activo como voluntario, participando incluso en las labores de emergencia hasta hoy.
Rilling alcanzó hace ya varios años la calidad de “bombero insigne de Chile”, por superar los 50 años de servicio y hoy en día es el investigador de incendios más antiguo del país, por lo que ha sido reconocido por sus pares por su dedicación a esos temas, siendo además uno de creadores del Departamento de Estudios Técnicos del Cuerpo de Bomberos de Temuco.

El tercer bombero distinguido fue el director honorario del Cuerpo de Bomberos de Temuco y miembro de la Quinta Compañía, Rolando Melo Harnisch, otro voluntario de dilatada trayectoria , líder innato, que también supera el medio siglo al servicio de la comunidad, por lo que ostenta la calidad de “bombero insigne de Chile”, siendo reconocido y destacado desde hace décadas por liderar no solamente el propio Cuerpo de Bomberos de la capital de La Araucanía, sino también el Consejo Regional de Cuerpos de Bomberos en esta región e integrar la directiva nacional de Bomberos.
Rolando Melo, a través de los años, ha ocupado una serie de cargos, contribuyendo al desarrollo y avance de Bomberos como institución, tanto a nivel local como regional y nacional.

El cuarto bombero destacado fue Claudio Elgueta Cañete, perteneciente al Cuerpo de Bomberos de Curarrehue, quien junto a poseer una larga trayectoria como voluntario, también ha participado en una serie de iniciativas en beneficio de su comunidad, no solamente en el ámbito bomberil, sino también en comités sociales, lo que ha traído muchos beneficios a su comuna.
Elgueta recibió la medalla de manos de su hijo, Claudio Elgueta Sarmiento, actual director de la Séptima Compañía de Bomberos de Temuco, y se recordó que ambos pertenecen a una familia de bomberos que ha sobresalido a nivel regional.

Finalmente, se vivió un momento especial cuando le correspondió pasar frente al estrado a la madre del Mártir Nicolás Soto Estroz, perteneciente a la Tercera Compañía de Villarrica, muerto en febrero de este año tras recibir graves heridas mientras combatía un incendio forestal en Nueva Imperial, hasta donde habían sido movilizados los voluntarios de la zona lacustre debido a la gran magnitud de un siniestro.

Nicolás Soto trabajaba apagando el fuego, cuando se percató que su grupo sería golpeado por el canastillo de un helicóptero que transportaba agua, reaccionando en cosa de segundos para empujar a otro bombero que se encontraba a su lado, lo que le salvó la vida a ese voluntario, pero no pudo evitar que el canastillo impactara de lleno contra su propio cuerpo, lo que terminó costándole la vida a los pocos días, mientras permanecía gravemente herido en el Hospital Regional de Temuco.

La Logia Masónica destacó la entrega que tuvo en su corta vida el bombero Soto, fallecido cuando tenía apenas 20 años de edad, quien pese a presentar diversos problemas de salud desde pequeño y producto de un siniestro que afectó a su propia familia, decidió atender el llamado del voluntariado, convirtiéndose en un bombero muy querido dentro de su institución, por lo que su partida caló hondo en las filas bomberiles de La Araucanía.

Asimismo, reconocieron la infinita generosidad de la madre de este bombero, que tras asumir la inevitable partida del mundo terrenal de Nicolás, decidió donar sus órganos, lo que permitió salvar varias vidas más, entre ellas la de un niño, lo que provocó que la comunidad completa e incluso el propio Presidente de la República, Sebastián Piñera, reconocieran en la persona de este joven bombero, a un verdadero héroe.

La madre de Nicolás, Ximena Estroz, fue quien recibió de la masonería la medalla Germán Tenderini, otorgada en forma póstuma en reconocimiento a la hazaña de su hijo, recibiendo un fuerte aplauso, otorgado por todo el público que repletaba el templo masónico.