En el año 2001 la Junta Nacional aprobó la nueva versión del Manual de Operaciones Multi-Institucional ante Emergencias, elaborado bajo el patrocinio de la Comisión Nacional de Seguridad del Tránsito, y en cuya redacción participaron representantes de Salud, Carabineros de Chile y Bomberos.
Este Manual entrega normas simples y claras, ya probadas por las experiencia, sobre la forma de compartir las alarmas, cómo establecer el puesto de Comando Multi-Institucional, y las relaciones entre el rescate de víctimas, su atención prehospitalaria en el lugar, el adecuado y ordenado traslado a los hospitales coordinado por el Médico Regulador del SAMU o su equivalente local, y la forma de coordinar las relaciones con la comunidad y los medios de comunicación.
Lo anterior, porque en las emergencias actuales es frecuente que se requiera una respuesta multi-institucional, en que se haga necesaria la presencia de Salud, Bomberos y Carabineros, a través de un ordenamiento y sistematización de los esfuerzos conjuntos que permitan una mejor atención a las víctimas y una optimización del trabajo.
Diferentes tipos de emergencia
Existen Emergencias específicas, que pueden ser atendidas por aquellas instituciones u organismos que usualmente están vinculados a un tipo de situaciones.
Pero hay también emergencias generalizadas, que requieren la participación de varias instituciones e incluso de toda la comunidad. Un terremoto o una inundación harán que todos se movilicen, dentro de sus posibilidades, para enfrentar una amenaza que supera las capacidades particulares.
La primera respuesta de emergencia
La experiencia mundial señala que hay tres instituciones que usualmente participan en la fase inicial de muchas emergencias, como una primera respuesta: Bomberos, Carabineros y Salud.
Es por ello que hablamos del ABC de la Emergencia:
• A, para las Ambulancias de Salud,
• B, para Bomberos.
• C, para Carabineros (nombre qe recibe en Chile la policía uniformada).
De la oportuna acción de estas tres instituciones depende, en gran medida, el éxito en la tarea de proteger las vidas, el medio ambiente y la propiedad.
Coordinando la respuesta de emergencia
Cada una de estas instituciones tiene sus propias tareas y responsabilidades, pero en la práctica dependen de las otras dos para que su participación sea realmente eficaz.
Trabajo en equipo
La experiencia concreta de quienes participan en los siniestros, en Chile y en el extranjero, indica que es fundamental que las instituciones que trabajan en una emergencia formen un equipo.
De esta forma el personal que concurre a la emergencia apoyará a los demás y recurrirá a ellos cuando sea necesario, adaptándose con flexibilidad y criterio a la realidad del siniestro. Para ello, es fundamental que cada uno conozca las tareas que realizan las otras instituciones, comprendiendo sus objetivos, los métodos que aplican y las dificultades que enfrentan.
La capacitación mutua, así como la realización de ejercicios y simulacros conjuntos, va creando relaciones humanas de indudable valor para que en el momento crítico de una emergencia, el trabajo del ABC sea cohesionado y fructífero.
En el fondo, cuando todos comprenden que el valor ético fundamental que debe guiar sus actos es la defensa de la vida y la integridad de las personas accidentadas, la acción solidaria y coordinada surge en forma natural y espontánea.