A simple vista, es casi imposible adivinar cuál podía ser su uso: es una esfera de vidrio azul similar a una botella, que el Cuerpo de Bomberos de Santiago utilizaba a finales del siglo XIX.

Se trata de una granada anti-incendios, considerada como el primer extintor manual, que se arrojaba al fuego para apagarlo por sofocación, gracias a una solución líquida compuesta por agua y sal o tetracloruro de carbono.

Este objeto, que con los años caería en desuso debido a sus emanaciones al ambiente, hoy es una de las 150 reliquias bomberiles que forman parte de un proyecto de embalaje y difusión, realizado por el Museo de Bomberos de Santiago gracias a la adjudicación de un Fondo de Mejoramiento Integral de Museos (FMIM), de la Subdirección de Museos, del Servicio Nacional del patrimonio, en su convocatoria 2021.

La iniciativa permitió que estas piezas, en riesgo debido a la falta de condiciones adecuadas de almacenaje, fueran embaladas, documentadas y fotografiadas para un catálogo en línea de libre acceso a la comunidad.

Durante cerca de un año de ejecución, los trabajos también incluyeron la mejora del depósito de conservación del MuBo, donde se cambió la puerta de acceso, el sellado de ventanas y se instalaron estanterías metálicas modulares ancladas al piso y los muros para asegurar la estabilidad de las colecciones ante sismos. Junto a ello, se fabricaron cajas de cartón libre de ácido para la conservación de objetos livianos y de madera para elementos grandes y pesados, entre otras labores.

"Este proyecto es fundamental en estos primeros cinco años de vida del museo, pues permitió terminar el proceso ordenamiento del depósito y de documentación de todos los objetos que custodiamos. Ad portas del aniversario 160º del Cuerpo de Bomberos de Santiago, estamos contribuyendo al resguardo real y responsable de este patrimonio para las futuras generaciones", explica la Directora Ejecutiva del MuBo, María José Lira.

Este rescate patrimonial abarcó diferentes tipos de colecciones y objetos utilizados por la institución a lo largo de sus casi 160 años de vida, como trajes, gorras, extintores, hachas, pitones y radios portátiles, entre otros. "Nuestra colección habla del espíritu de la institución. Los bomberos son innovadores, curiosos, sus materialidades, herramientas y equipamiento van siempre cambiando, estando a la vanguardia. Los objetos son testigo de cada período y proceso técnico", explica Natalie Ortiz, conservadora y encargada de colecciones del MuBo, quien encabezó este proyecto.

Se trata de objetos que dan cuenta de la evolución técnica en el trabajo bomberil, como una alarma de acero utilizada en los cuarteles para alertar a los voluntarios a mediados del siglo pasado y cascos de cuero que a principios del siglo XX se usaban en la 9ª Compañía del Cuerpo de Bomberos de Santiago, conocida como Bomba Yungay.

A poco más de cinco años de su inauguración, el Museo de Bomberos cuenta con una colección de más de 1.500 objetos entre los exhibidos en las salas y los que descansan en su depósito. La historia y especificaciones de cada uno de ellos pueden ser revisada en https://mubo.cl/catalogo-en-linea