Coyhaique cuenta con 11 nuevos bomberos, los que recientemente egresaron del proceso de capacitación con el último curso PRIMAP, Primera Respuesta a Incidentes con Materiales Peligrosos, proceso final que determinará cuántos de los postulantes formarán parte de las filas del cuerpo de bomberos de la capital regional y sus diferentes compañías.

"Tenemos representantes de todas las compañías del Cuerpo de Bomberos de Coyhaique, entre hombres y mujeres, en las próximas jornadas tendremos los resultados definitivos y los egresados podrán asistir a las emergencias", indicó el comandante del Cuerpo de Bomberos, Boris Romero.

Parte de la historia de la presencia bomberil en el país, se remonta al año 1981 en el puerto de Valparaíso, "en sus inicios solo bastaba con tener la voluntad de ayudar al prójimo, lo cual, con el paso del tiempo ha cambiado y hoy en día, Bomberos de Chile se ha ido capacitando y por ende profesionalizando los servicios que presta a la comunidad", refiere Romero, añadiendo que "para ser parte de sus filas se debe aprobar una malla curricular de cursos teóricos y prácticos, cuya duración es de 146 horas cronológicas que incluyen desde historia, función y estructura de esta organización, pasando por conocimientos básicos para enfrentar emergencias de manera eficiente hasta técnicas y procedimientos estandarizados que cumplen normativas internacionales, para enfrentar cualquier incidente, procurando siempre la seguridad personal, conocimientos relevantes que permitirán al futuro bombero estar preparado ante cualquier emergencia. Por lo antes expuesto es que podemos asegurar que Somos Profesionales de la Emergencia y estamos capacitados para brindar un servicio de excelencia", afirma el comandante de Bomberos al Diario de Aysén.

Para Rodrigo González Silva, uno de los nuevos once bomberos que se integran a las filas de los caballeros del fuego en Coyhaique, sostuvo "hemos terminado la primera etapa de formación de bombero operativo, después de seis meses que, a mi juicio, tiene una carga de trabajo muy grande, entre clases de aula, entrenamiento y trabajo de campo, sin duda hay que dedicar mucho tiempo a la institución, conjugando el tiempo familiar y el trabajo cotidiano, pero al ver a mis compañeros de compañía que han dado una vida entera de trabajo y esfuerzo para ser parte de la comunidad, protegerla y ayudarla en cualquier circunstancia, se reafirma la motivación, y las ganas de seguir capacitándome cada día".

González, añade que tiene 38 años de edad, tres hijos y es trabajador social. "Mi ingreso a las segunda compañía de bomberos, Bomba España, fue fortuito, nace en una capacitación del Servicio de Salud Aysén, en conjunto con el Ministerio de Salud en primera respuesta psicológica en emergencia y desastres, equipo al cual pertenezco (ARSAM). Coincide en la participación a este curso un bombero voluntario, quien muy amablemente nos invita a conocer la compañía", relató, agregando que "Si bien apoyar en las emergencias ha sido una motivación permanente, el trabajo bomberil y las compañías de bomberos, solo las vi desde la infancia como una motivación y un sueño lejano, motivado por el ruido de las sirenas...Si bien encontré muchos conocimientos técnicos relacionados con la emergencia, que responden a una motivación personal, lo que más resalto y valoro es encontrarme con un equipo de personas, hombres y mujeres, con gran valor, sentido de la amistad y la familia. No hay duda que los bomberos son chicos buenos", finalizó.