Ocho compañías del Cuerpo de Bomberos trabajaron en el siniestro cuya contención se vio dificultada por la agresión que sufrieron las primeras unidades que llegaron al lugar. Nuevamente los pobladores descargaron su furia e impotencia con personal de bomberos a quienes insultaron en reiteradas ocasiones.

Fue pasadas las 7.30 de la mañana del domingo 7 de octubre que la Central de Alarmas 132 de Bomberos de Antofagasta recibió el primer llamado producto de un incendio que se registró en el sector norte de la ciudad.
Las primeras unidades que fueron despachadas al lugar comenzaron de inmediato la extinción del fuego, no sin antes tener que enfrentar nuevamente a los pobladores, quienes con gritos, insultos y hasta empujones recibieron al personal bomberil.
Situación que lamentablemente se repite y que sólo impide una labor más efectiva por parte de bomberos, quienes no sólo deben tratar de contener el fuego, sino que además deben resguardarse de la furia de los afectados.
Christian González Weber, Comandante del Cuerpo de Bomberos de Antofagasta y oficial a cargo de la emergencia, señalo que, “al llegar las primeras unidades al lugar, el personal de bomberos de Antofagasta fue agredido por las personas que estaban tratando de apagar el incendio, por lo tanto, se debió pedir refuerzo a personal de carabineros para que protegiera la labor de bomberos. Esto dificultó en primera instancia el trabajo de control del incendio y se debió dar una segunda alarma debido a que la propagación estaba bastante complicada”.
Producto de la fuerza del fuego el material ligero con el que estaban construidas las viviendas y la misma agresión, dos viviendas resultaron con el segundo piso totalmente destruido y con daños de consideración en el primero, por lo que quedaron inhabitables.
Emergencia registrada en el pasaje Santa María con Huamachuco y al que debieron concurrir ocho compañías de bomberos.

Un incendio difícil de apagar debido a la gran carga de combustible que existía y también porque nuevamente la labor de bomberos se vio dificultada, debido al mal recibimiento que tuvieron los “Profesionales de la emergencia”.